1.5.07

ZERO-ZERO-1-4

¡Bendigo a Dios porque vives en mi corazón!
No importa que mi impaciente mente te añore;
respiro y te siento aquí; en mi cuerpo y en mi entrega.

Vuelvo con la esperanza de beberte,
pero en realidad te transpiro.
Mas no es tu presencia, es mi despertar con un encuentro.
¡Que semilla tan profunda, que tierra tan fértil!

Hermoso lugar, encuentro paz… te encuentro a ti.

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