Nunca me fui...

Nunca me he ido, sigo aqui meriodando mis rincones más temidos. La diferencia, la gran diferencia que hace y hará todo diferente es -o será-, la aparición inesperada de un fruto desconocido, una nueva vida que en mi se desarrolla. No nos conocemos, aún no tengo el placer de ver sus ojos, escuchar sus palabras o acariciar su pelo, no obstante, osada y valiente se ha atrevido a marear mi universo y jugar con el tiempo a su antojo, simple y sencillamente no soy yo la que escribe, es su maquivelica creación que se hace más fuerte conforme patea mi interior.


Soy una bombra que va a explotar, como cada ciclo anterior, morí y sigo en trance mientras espero el momento de renacer, no será sólo mi desconocida huesped la que abra los ojos al mundo, la acompaño, porque emocionada, con miedo, alegrías y temores, mi universo ya no será el mismo.